Esta es una serie de dos artículos en los que presentamos de forma sencilla algunos de los términos más comunes del vino. Esperamos que lo disfrute y aprenda algo nuevo.
Acidez: grado de acidez de un vino. Los descriptores relacionados incluyen crujiente y brillante y lo contrario: flácido.
Aireación: Acción de exponer el vino al oxígeno para que "respire" y se mezcle con el aire. Con ello se pretende abrir los aromas del vino.
Denominación de origen: Región geográfica específica de la que procede un vino.
Mezcla: Cuando un vino se elabora con más de una variedad de uva.
Cuerpo: sensación de pesadez o plenitud del vino en la boca. El vino suele describirse como ligero, medio o con cuerpo.
Bouquet: No está relacionado con las flores, sino con los olores que provienen del envejecimiento de los vinos.
Decantar: Verter el vino de la botella en un decantador, un recipiente de servicio que permite que el vino "respire". (El acto de decantar el vino también lo airea).
Terroso: Olor o sabor relacionado con la tierra, como el suelo o el bosque. La mayoría de los vinos tintos se describen como terrosos o afrutados.
Fermentación: Proceso por el que la levadura transforma los azúcares de la uva en alcohol.
Final: Término utilizado para describir cuánto tiempo permanece el sabor de un vino en la boca después de tragarlo. Los vinos pueden tener un final corto, medio o largo.
Fortificado: Estilo de vino al que se añade alcohol adicional en forma de aguardiente. Mientras que los vinos de mesa suelen tener entre un 10% y un 14% de alcohol por volumen, los vinos generosos suelen tener entre un 15% y un 22% de alcohol por volumen. El jerez, el madeira y el oporto son vinos generosos.
Afrutado: Descriptor comúnmente utilizado para vinos que tienen notas de fruta como ciruelas, bayas u otras frutas. Aunque los vinos blancos pueden ser afrutados, este término se utiliza más comúnmente con los tintos.
Con garra: Un vino con buen agarre es aquel que te atrapa por la boca con textura y astringencia. No se trata de un sabor, sino de una sensación táctil provocada por unos compuestos químicos llamados taninos, que son naturales de la piel, las semillas y el raspón de la uva.